Según datos de la Delegación del Gobierno en Aragón, sumando algunos de los principales trámites relacionados con la inmigración --residencia, permiso de trabajo, estudios, etc.-- los expedientes se han reducido un 77% desde el 2008 hasta aquí, teniendo en cuenta la proyección del 2012 con datos hasta el 8 de marzo.
El descenso más brusco tuvo lugar del 2008 al 2009, ya que en el año de la Expo se produjo la regularización masiva de inmigrantes del Gobierno de Zapatero. Ese año se iniciaron en Aragón 65.776 trámites de residencia, trabajo y estudios, mientras que al siguiente la cifra bajó en un 53%, hasta quedarse en los 35.437. Desde entonces, la bajada, aunque constante, ha sido más paulatina, en un global de 18% desde el 2009 hasta el 2011, último año con estadísticas cerradas, en el que se registraron 29.806 de estas solicitudes.
De entre los diversos trámites de extranjería, el descenso más notable es el de los permisos iniciales de trabajo y residencia temporal. Con la proyección de este año --y no parece que las circunstancias económicas vayan a propiciar un aumento del ritmo de solicitudes--, del 2008 hasta aquí van a bajar casi en su totalidad, un 98%. De 14.346 en 2008 a una previsión de 301 en el año actual. También en este epígrafe la caída más fuerte fue del 2008 al 2009 --un 93%--, pero el desplome ha continuado de ese año al 2011, en el que hubo 533. Un descenso parcial del 48%.
El resto de peticiones relacionadas con empleo y residencia tampoco se salvan de la caída. Las solicitudes de renovación de trabajo con residencia temporal pasaron de las 14.288 del 2008 a las 7.159 del año siguiente --un 50% de bajada--, y respecto a las que se prevén este año (4.252) suponen una caída global del 71%. Desde el 2009 el ritmo de descenso ha sido del 32%.
Algo similar ocurre con los expedientes para obtener residencia en la Unión Europea por parte de ciudadanos extracomunitarios, con casi 22.000 en el 2008, 12.500 al año siguiente (un 43% menos) y casi 5.000 previstas este año. Otra considerable caída total del 78% en el último lustro.
Las cifras acreditan de sobra que los inmigrantes van perdiendo el acicate para solicitar trabajo en España. Pero también demuestran que, los que sí han conseguido estabilizarse y comenzar una nueva vida en Aragón luchan por quedarse. De entre las estadísticas ofrecidas por la Delegación del Gobierno, los puntos que más se relacionan con este fenómeno --las solicitudes de residencia de larga duración y la residencia de familiares comunitarios-- son las únicas que experimentan crecimientos, notables además.
En las primeras, desde las 2.203 del 2008 hemos pasado a las 5.807 previstas para el 2012, un aumento del 163% en cuatro años. En este epígrafe el pico estuvo entre el 2009 y el 2010, cuando crecieron de 4.723 a 10.656; esto podría explicarse también a raíz de la regulación masiva del Gobierno socialista, por los que consiguieron las autorizaciones iniciales que luego les posibilitaron solicitar las de larga duración.
Las solicitudes de residencia para familiares comunitarios --equiparables a las reagrupaciones familiares, según fuentes de la delegación-- son el segundo elemento de entre las solicitudes que crece, concretamente un 53%, desde las 1.925 del 2008 a las 2.470 que se darían, de seguir la proyección actual, este año.
De entre los diversos trámites de extranjería, el descenso más notable es el de los permisos iniciales de trabajo y residencia temporal. Con la proyección de este año --y no parece que las circunstancias económicas vayan a propiciar un aumento del ritmo de solicitudes--, del 2008 hasta aquí van a bajar casi en su totalidad, un 98%. De 14.346 en 2008 a una previsión de 301 en el año actual. También en este epígrafe la caída más fuerte fue del 2008 al 2009 --un 93%--, pero el desplome ha continuado de ese año al 2011, en el que hubo 533. Un descenso parcial del 48%.
El resto de peticiones relacionadas con empleo y residencia tampoco se salvan de la caída. Las solicitudes de renovación de trabajo con residencia temporal pasaron de las 14.288 del 2008 a las 7.159 del año siguiente --un 50% de bajada--, y respecto a las que se prevén este año (4.252) suponen una caída global del 71%. Desde el 2009 el ritmo de descenso ha sido del 32%.
Algo similar ocurre con los expedientes para obtener residencia en la Unión Europea por parte de ciudadanos extracomunitarios, con casi 22.000 en el 2008, 12.500 al año siguiente (un 43% menos) y casi 5.000 previstas este año. Otra considerable caída total del 78% en el último lustro.
Las cifras acreditan de sobra que los inmigrantes van perdiendo el acicate para solicitar trabajo en España. Pero también demuestran que, los que sí han conseguido estabilizarse y comenzar una nueva vida en Aragón luchan por quedarse. De entre las estadísticas ofrecidas por la Delegación del Gobierno, los puntos que más se relacionan con este fenómeno --las solicitudes de residencia de larga duración y la residencia de familiares comunitarios-- son las únicas que experimentan crecimientos, notables además.
En las primeras, desde las 2.203 del 2008 hemos pasado a las 5.807 previstas para el 2012, un aumento del 163% en cuatro años. En este epígrafe el pico estuvo entre el 2009 y el 2010, cuando crecieron de 4.723 a 10.656; esto podría explicarse también a raíz de la regulación masiva del Gobierno socialista, por los que consiguieron las autorizaciones iniciales que luego les posibilitaron solicitar las de larga duración.
Las solicitudes de residencia para familiares comunitarios --equiparables a las reagrupaciones familiares, según fuentes de la delegación-- son el segundo elemento de entre las solicitudes que crece, concretamente un 53%, desde las 1.925 del 2008 a las 2.470 que se darían, de seguir la proyección actual, este año.
931 expulsiones de inmigrantes se iniciaron el año pasado en Aragón. Este año, de continuar la tendencia --eran 179 el 8 de marzo--, serían 963, lo que supondría un pequeño repunte de procesos sancionadores. En cualquier caso, sería un 41% de reducción respecto al 2008, cuando se tramitaron 1.365. Estos expedientes, por falta administrativa se abren a los inmigrantes que carecen de permiso de residencia válido, e incluyen a aquellos que han cometido delitos cuya pena no supera los seis años de prisión. La legislación establece que en estos casos se puede conmutar la pena de cárcel por la expulsión y la prohibición de regresar a España en unos años.
FUENTE ELPERIODICO DE ARAGON
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